El cepillo de dientes es algo tan común en la higiene diaria de nuestras bocas que probablemente no nos hemos fijado en lo mucho que ha ido evolucionando.
Desde las primeras ramas de arbustos utilizadas como cepillos de dientes hasta los sofisticados modelos eléctricos de hoy en día, este humilde objeto ha tenido una historia llena de curiosidades y avances tecnológicos.
Las cerdas de los cepillos de dientes han evolucionado desde las ramitas de un arbusto, pasando por el pelo de animales hasta el nailon de hoy día.
En este artículo, queremos explicarte la evolución del cepillo dental y con él, la higiene de nuestros dientes.
Los orígenes: ramitas y palillos.
En la prehistoria, los primeros “cepillos de dientes” eran ramitas de arbustos que se masticaban por uno de sus lados. Ese extremo masticado formaba una especie de escobilla, utilizada para eliminar los restos de alimentos que quedaban entre los dientes.
En la antigua cultura índia y en el mundo islámico se encuentra algo similar, denominado miswak, con el que se realizaba la higiene dental. El miswak se realizaba con ramas del árbol Salvadora pérsica que posee propiedades antibacterianas.
Hoy día, algunas tribus africanas y australianas siguen utilizando métodos de higiene dental parecidos a los anteriormente descritos.
El gran avance chino: el primer cepillo de cerdas.
El primer cepillo de dientes con cerdas como lo conocemos hoy apareció en China durante la dinastía Tang (618-907 d.C.). Se fabricaba con cerdas de pelo de jabalí atadas a un mango de bambú o hueso. Estas cerdas eran bastante rígidas y podían resultar incómodas, pero el diseño básico sentó las bases del cepillo moderno.
A finales del siglo XV, los comerciantes europeos que viajaban a China introdujeron estos cepillos en Europa. Sin embargo, las cerdas de jabalí eran demasiado duras para muchos europeos, por lo que algunos optaron por cerdas más suaves, como pelo de caballo.
Los europeos se suman al cepillado.
Hacia el año 1600 se introduce el cepillo de dientes en Europa, gracias a los aventureros y comerciantes que realizaban la Ruta de la Seda.
Al cepillo importado de la China en Europa se le realizan diversos cambios. El más significativo es reemplazar las cerdas de pelo de jabalí por el de crines de caballo. La razón era que el pelo de jabalí resultaba incómodo para las encías y dientes de los europeos.
Además, en Europa, también eran utilizados los mondadientes para la higiene dental. Estos eran fabricados de plumas de aves y de plata o bronce.
El cepillo de dientes en la Edad Moderna.
En 1723, en Europa, el doctor Pierre Fauchard, padre de la odontología moderna, ofrece la primera explicación detallada sobre el cepillo de dientes.
Explica la escasa o nula efectividad de los cepillos de pelo de caballo, ya que eran demasiado blandos. Además, recrimina al gran sector de la población que nunca, o rara vez, realizaba alguna práctica de higiene dental. Sus recomendaciones son frotarse vigorosamente cada día los dientes y las encías con un trozo de esponja natural.
La producción industrial de cepillos de dientes.
Llegado el s. XIX, el bacteriólogo francés Louís Pasteur expuso su teoría sobre los gérmenes. Tras estos descubrimientos, los dentistas comprobaron que todos los cepillos de pelo animal, que conservan por mucho tiempo la humedad, acababan por acumular bacterias y hongos microscópicos. Al cepillarse los dientes se podían producir lesiones en la encía producidas por las agudas puntas de las cerdas. Estas lesiones podían ser la causa de numerosas infecciones bucales.
Esterilizar con agua hirviendo los cepillos de hechos con pelo animal presentaba el inconveniente de ablandarlos excesiva y permanentemente, e incluso de destruirlos por completo. Además, los cepillos de calidad fabricados con pelo animal eran demasiado costosos, lo cual restringía su recambio frecuente.
En 1885 se comienza a fabricar cepillos manuales a gran escala. El invento se popularizó de tal manera que las industrias utilizaron el cabello de otros animales para la fabricación del cepillo dental, pero fue el cabello del jabalí siberiano el más usado. Se importó durante muchos años, hasta el descubrimiento del nailon en la década de los años treinta. En 1937, el año de la aparición de los cepillos de nailon, solamente en EE. UU. se importaban alrededor de 600 toneladas de cerdas porcinas para cepillos dentales. Al principio del siglo, debido a su elevado precio, las familias más humildes tenían que compartir un mismo cepillo de dientes.
Los cepillos de dientes con cerdas de nailon
El nailon fue inventado en EE.UU., en los Laboratorios DuPont (1937) por Wallace H. Carothers. Este descubrimiento inició una revolución en la industria de los cepillos dentales. El nailon era duro, rígido y flexible. Además es un material que resiste a la deformación. La humedad no lo daña ya que se seca rápidamente con lo que no existía tanta proliferación de bacterias como con los anteriores cepillos de dientes.
En 1938, este nuevo material se convirtió en el símbolo del modernismo y prosperidad a través de la comercialización de las medias de nailon y los cepillos milagrosos del doctor West.
El primer cepillo de cerdas de nailon se comercializó en Estados Unidos en el año 1938, bajo el nombre de “Dr. West’s Miracle Tuft Toothbrush”. Los laboratorios Du Pont dieron a las fibras artificiales el nombre de Exton Bristies.
La compañía informó a su público que “El material utilizado en la fabricación del Exton se llama nylon, una palabra acuñada tan recientemente que nadie la encontrará en el diccionario”. La empresa destacaba las numerosas ventajas del nailon sobre las cerdas de origen animal, ya que estas se desprendían con facilidad; las de nailon quedaban sujetas firmemente al mango del cepillo.
Dupont en 1950 mejoró sus cepillos proveyéndolos de nuevas cerdas de nailon más suaves. Las primeras cerdas de nailon eran tan rígidas que lastimaban las encías. De hecho, el tejido de estas se resentía tanto, que al principio los dentistas se negaron a recomendar los cepillos de nailon. A comienzo de la década de 1950, la Du Pont había perfeccionado ya un nailon “blando” que fue presentado al público con el nombre de cepillo dental Park Avenue. Se pagaban entonces diez centavos por un cepillo de cerdas duras, y cuarenta y nueve por el modelo Park Avenue. Este cepillo estaba más perfeccionado y, sobre todo, más blando, lo cual lo hizo más popular.
Los primeros cepillos de dientes eléctricos.
En 1954 comienzan a aparecer algo parecido a los actuales cepillos eléctricos. El Broxodent, fue el primer cepillo dental eléctrico que se vendió de manera exitosa. Su creador fue el doctor Philippe-Guy Woog. El primer estudio en demostrar su superioridad por sobre el cepillo manual fue publicado en 1956 por el profesor Arthur Jean Held en Ginebra.
Los cepillos eléctricos se crearon inicialmente para pacientes que presentaban habilidades motoras limitadas y para los que usasen aparatos de ortodoncia.
En 1960 se presenta el primer cepillo dental eléctrico en EE.UU. Fue introducido por E. R. Squibb and Sons Pharmaceuticals en el centenario de la Asociación Dental Americana en 1959. Se distribuyó en los EE. UU. por Squibb bajo los nombres de Broxo-dent® o Broxodent®.
Aunque el primero que llamó la atención del público en los estadounidense fue el cepillo dental automático de la General Electric, introducido tempranamente en la década de los años sesenta. La diferencia fundamental era que el cepillo de dientes estadounidense era inalámbrico y funcionaba con baterías recargables de niquel-cadmio.
Los cepillos dentales actuales.
En 1987 se presenta el primer cepillo de dientes eléctrico para uso doméstico de acción rotatoria. Este modelo demostró una tendencia creciente hacia métodos cada vez más complejos y caros para lograr movimientos motorizados en las cerdas y cabezas de los cepillos. Todas estas acciones estaban destinadas a favorecer la limpieza más efectiva de los dientes. Una serie de estudios clínicos demostró que estos cepillos dentales eléctricos logran una mayor remoción de la placa, en comparación con los cepillos dentales manuales, lo cual condujo a su creciente aceptación. Muchos de ellos presentan un temporizador con memoria que avisa cuando ha transcurrido el tiempo necesario recomendado de cepillado.
A partir del año 2000, el cepillo dental eléctrico entra de manera generalizada en las casas europeas. Hoy día son numerosos los tipos distintos de cepillos de dientes, tanto manuales como eléctricos. Se comercializan con diferentes diseños combinando diferentes tipos, tamaños y grosores de cerdas dispuestas en distintas angulaciones. Todo ello pensado para mejorar en la higiene dental personalizada: para cada boca un cepillo de dientes diferente.
Los cepillos eléctricos se encuentran en la tercera generación, en la primera tan solo se agitaba la cabeza, en la segunda se aplicaban cabezas rotativas con un efecto de oscilación y en la tercera se aplica una oscilación rápida con poca amplitud a las mismas cerdas. Algunos investigadores plantean que son superiores a los cepillos manuales en la remoción de placa y eficacia gingival, aunque Codina plantea que solamente uno de los diversos tipos de cepillos dentales eléctricos es más eficaz.
Los diversos cepillos de dientes actuales.
Desde los primeros cepillos de dientes hasta los actuales, hemos recorrido un largo camino. Hoy día los cepillos dentales están más especializados que nunca. Encontramos para diversas situaciones personales de cada paciente. En el mercado se puede encontrar cepillos para niños, para pacientes con prótesis o incluso, para acceder a zonas complicadas de la boca, como los cepillos interdentales.
El cambio en todo este tiempo ha sido espectacular, pero todo encaminado a minimizar las posibles patologías debidas a una mala higiene dental.
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Especialista en Implantología, Periodoncia y Estética Dental. Sus más de 20 años de experiencia en odontología integrada le permiten tener una amplia visión de los planes tratamientos dentales que pueden realizarse y así ofrecer la solución más adecuada a nuestros pacientes.