La saliva es una secreción líquida que proviene de las glándulas salivales. Esta tiene diferentes funciones, tales como:
Actuar como antiácido, para mantener el Ph de nuestro cuerpo y colaborar con la conservación de los dientes.
Interviene en el habla, mantiene hidratados todas las partes corporales que intervienen a la hora de hablar.
Interviene en la función digestiva, ayudando a que la deglución sea más sencilla. Esta es fundamental para que podamos diferenciar los diferentes sabores de los alimentos.
La saliva nos protege frente a bastantes microorganismos, pero también es la responsable de la transmisión de algunas enfermedades.
Para que pueda producirse saliva, es necesario que nuestro cuerpo presente unas condiciones óptimas de hidratación.
Producimos una gran cantidad de saliva diaria, pero hablamos de hipersalivación o sialorrea, cuando la cantidad de saliva producida por nuestro organismo, es superior a la habitual y nos encontramos con la dificultad de poder eliminarla. Esta puede ser temporal o crónica, intermitente o constante.
Los síntomas de la hipersalivación son: deglución en exceso, babear y escupir.
Las causas que provocan hipersalivación son las siguientes:
Cuando presentamos alguna infección, ya sea en la lengua, en la garganta o la mononucleosis también puede causarla.
Dificultad de mantener la boca cerrada.
Por intoxicación, picaduras…
La presencia de caries, mala oclusión o infecciones en boca o garganta.
Incapacidad de tragar o eliminar la saliva, por ejemplo en enfermedades como el Sdr. de Down, Parálisis Cerebral, Esclerosis Múltiple, Esclerosis Lateral Amiotrófica, Autismo…
Una mala postura de la cabeza y reducción de la fuerza del cuello.
Algún tipo de alergias.
Engrosamiento de la lengua.
Hipersalivación por estrés o ansiedad, ya que nuestro sistema nervioso se ve alterado. Hay fármacos, sobre todo para tratar el estrés y la ansiedad, que nos provocan que salivemos más.
En la edad infantil, con la aparición de los nuevos dientes, es muy frecuente que exista esta hipersalivación.
Durante el embarazo también es muy habitual que hipersalivemos debido a todo el cambio hormonal que se está generando en nuestro organismo.
El tratamiento para la hipersalivación es el siguiente:
Contactar con un profesional médico, que pueda indicarnos el origen de esta hipersalivación.
Mantener una buena hidratación.
Si el paciente presenta problemas con la deglución, e incluso con el habla por este exceso de saliva, el logopeda podrá ayudarle a resolver sus problemas.
Someterse a algún tratamiento médico con fármacos, para poder reducir este exceso de saliva, siempre bajo supervisión médica.
Remedios naturales o homeopáticos.
También en los casos más severos se pueden intervenir quirúrgicamente las glándulas salivales.
Las glándulas salivales también pueden ser tratadas con inyecciones toxina botulínica o con radiaciones para intentar reducir este exceso de saliva.
¿Tienes alguna duda?
Si necesita más información sobre su caso en particular no dude en contactar con nosotros, estaremos encantados de informarle más detalladamente.
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Auxiliar dental y responsable del área de atención al cliente y coordinadora de tratamientos en Clínica Dental Galindo. Sus 20 años de experiencia en el campo de la sanidad, hacen que sea una persona versátil y altamente cualificada, ofreciendo desde el Área de Recepción la mejor atención y confort a nuestros pacientes. Su valor humano inmensurable hace que los clientes encuentren en ella una persona que les genera tranquilidad y confianza.